Por Robert Vargas/Ciudadoriental.org
El periodista Adolfo Salomón es uno de esos coordinadores de prensa que tiene el Partido Revolucionario Dominicano en su Comando Nacional de Campaña para establecer relaciones entre el candidato y los periodistas.
Somos "amigos" desde hace muchos años, desde aquellos tiempos en que él andaba de reportero para un canal de televisión y yo para emisoras de radio, en la década de los años ´90 del siglo pasado.
El se hizo muy amigo del poder. Yo me quedé siendo un reportero, buscando noticias por aquí y por allá.
El creció económicamente, en apariencia, y yo me quedé siendo el reportero, fotógrafo y maestro de escuela.
El se siente feliz con su nuevo estatus, y yo también con el que tengo y me he ganado a fuerza de mucho trabajo.
El buen "amigo" Salomón, ni ningún otro me ha visto en ninguna oficina del Estado en busca de prebendas ni de tratos especiales.
Es más, ninguno me ha visto andando detrás de los candidatos presidenciales de ninguno de los partidos, a menos claro está, si cruzan el río y vienen a Santo Domingo Este.
Y, aún así, si cruzan el río y cubro sus actividades, nadie me ve de impertinente. Es más, pocos de esos candidatos me conocen directamente, a no ser Miguel Vargas y Danilo
Medina, este último me llama por mi nombre, me reconoce y me trata con decencia y respeto, como debe ser.
No digo que los otros candidatos no me traten con decencia, simplemente, como no cubro sus recorridos ni sus fuentes, no me reconocen. Así de simple.
Si cubriera de manera permanente sus caravanas, sus marchas, sus mano a manos, es seguro que dirían "Qué tal Robert Vargas".
Me reconocerían.
Por otra parte, no existe un solo funcionario de este gobierno ni del gobierno de Hipólito Mejía que pueda decir que he ido UNA SOLA MALDITA VEZ a molestarle. Yo no molesto, no jodo, no pido, no plagoseo, no tumbo polvo, no soy lambón.
Como periodista, reportero y director de Ciudad Oriental estoy donde considero que hay noticias que puedan interesar a los vecinos de Santo Domingo Este.
De hecho, rara vez alguno de quienes integramos el equipo de Ciudad Oriental cruzamos hacia ese infierno que es el Distrito Nacional.
Si los líderes de allí quieren salir en este portal, deben cruzar el río y venir a Santo Domingo Este. Así de simple.
Además, no existe un solo líder nacional o funcionario, de este o de ningún gobierno que pueda decir que hemos ido a sus actividades a JODERLES la vida, a aguarles la fiesta.
Por lo regular, observamos, hacemos fotos, grabamos y el resto lo decimos por aquí, sin mayores complicaciones.
Quien quiera, nos lee, quien no quiera, no nos lee.
Por eso este portal ha logrado penetrar y ganar el corazón de una gran parte de la comunidad de Santo Domingo Este, de todos los partidos políticos.
Por eso, nos extrañó ayer enormemente la conducta agresiva, prepotente, abusiva y desconsiderada que exhibió el "amigo" Adolfo Salomón frente a nosotros.
Ocurre que alguien del PRD tuvo la gentileza de solicitarnos que fuéramos al comando de campaña que tiene el PRD en Naco para que cubriéramos las incidencias de la juramentación del regidor Robert Matos, mi ex alumno, en el Partido Revolucionario Dominicano, por Hipólito Mejía.
Allí me encontré con al menos dos diputados y prácticamente todos los dirigentes de relevancia del PRD en SDE, todos los cuales nos tratamos con el afecto y la cordialidad de siempre.
Ellos querían que a esa actividad se le diera cobertura por Ciudad Oriental porque saben perfectamente que esa era la mejor forma de dar a conocer el paso de Matos al PRD.
Sin embargo, de repente vimos emerger a Adolfo Salomón quien nos saludó "afablemente" y con su vozarrón, nos llamó a un lado.
-"¿Tú vienes como apoyo de ellos (los perredeístas de SDE) o vienes a cubrir esta actividad?", me dijo Salomón.
Yo no entendí el porqué de la pregunta y me quedé mirándolo fijamente.
Salomón, arrogante y desafiante, me soltó en la cara la siguiente expresión:
-"¿Si tú vienes a cubrir y piensas hacer alguna pregunta a Hipólito, entonces te quedas fuera, no puedes entrar?".
Aun así, me quedé de una sola pieza y le dije:
-"Salomón, es conmigo con quien tú estás hablando, es con Robert Vargas".
-"Sí, es contigo, y porque eres mi amigo te lo digo".
Yo no podía creer que eso me estaba ocurriendo a mí y quise tener testigos de lo que estaba sucediendo. A seguidas llamé a los diputados José-Bertico- Santana y Jorge Frías, que estaban cerca.
-"Llama a quien tu quiera, a quien te dé la gana", me dijo Salomón.
Bertico y Jorge llegaron y le pedí a Salomón que repitiera lo que me dijo a mí...y de inmediato lo hizo, me hizo la advertencia en un tono que interpreté amenazante y, simplemente le respondí que si yo estaba allí era porque estaban los políticos de Santo Domingo Este y que Hipólito no me interesaba, mucho menos hacerle preguntas.
¿Para qué?
Debido a la actuación de Adolfo Salomón, decidí no ingresar a la oficina en la que Robert Matos sería juramentado, pero varié de postura ante un llamado cortés de Luis Abinader quien, quizás sin saber lo que ocurría, me dijo sonriente:
-"Ven, ven, entra".
El tono desafiante, agresivo, amenazante e irrespetuoso de Adolfo Salomón, un periodista, me dice mucho de cuál será la conducta del personal ejecutivo de prensa del gobierno de Hipólito Mejía, si ganara las elecciones.
Adolfo, es bueno que usted sepa, que Usted o cualquiera de los que actúen así, como elementos abusadores y prepotentes, pueden controlar a cualquiera de esos reporteros a los que pueden hacer cancelar con una simple llamada telefónica.
Pero, con nosotros no. Te equivocaste.
Si eres un pichón de dictador, debes pensar que con CARAJOS de mayor envergadura que tú este pueblo se ha enfrentado y los ha vencido.
Haremos el periodismo que nos gusta hacer, respetuosos de los demás y con criterios independientes.
Si Usted llega a ser funcionario, en caso de que Hipólito Mejía gane, lo que está dentro de lo posible, estaremos preparados para responderle a todos los CARAJOS que actúen como Usted por andar de lambones y tumba polvos.
Véanos como un periodista independiente, un reportero, o como lo que a usted le dé la gana, pero a alguien que Usted no puede controlar ni influir en su línea informativa.
Y por último, su mundo de dictador, le recomendamos que lo ponga "finito" y haga con él lo que mejor le convenga.
Vaya Usted al gobierno, nosotros seguiremos aquí, haciendo nuestro periodismo. El que sabemos y nos gusta hacer.
Para no tener que soportarle vainas a CARAJOS como usted, mantenemos nuestra distancia y respeto a los líderes de todos los partidos y sectores. No vamos donde no nos llaman.
Nos molestan los dictadores y los pichones de dictadores, sin importar que se trate de periodistas tumba polvos y lambones.
Allá, en su oficina, protegido con todos tus seguridad, usted es rey. Aquí, este es nuestro terreno.
¡Ah! Prefiero, por favor, que no nos considere "amigo". Usted carece de las condiciones necesarias para nosotros considerarlo tal.